En estas fechas, tradiciones de todo el mundo engalanan los hogares, se reúnen las familias, los amigos, se intercambian regalos y disfrutamos con platos especiales.
Son días de agradecimiento, de sentirnos más cercanos a nuestra creencia personal espiritual. Días en los que recapitulamos lo acontecido en este año, lo que queremos dejar atrás y planteamos lo que deseamos para el nuevo año.
Esta época del año en la que no solo pedimos por nosotros sino también por los que amamos, en la que hacemos promesas no siempre cumplidas (cuantos voy a dejar de fumar o a partir de enero pienso ir al gimnasio escuchamos) y en el que hasta los más incrédulos se apuntan a todo lo que de suerte.
Un tiempo en el que por unas horas dejamos atrás el dolor y los problemas para recordar a aquellos que ya no están entre nosotros, las pequeñas anécdotas que aunque han sido contadas mil veces siguen haciéndonos reír. Disfrutar la ilusión de los niños, esa fe inquebrantable esperando la llegada de sus regalos a través de un Papa Noel o los Tres Reyes Magos, qué más da quien los traiga y si vienen con renos o camellos, los vamos a querer igual.
Quién de nosotros no ha revivido ese momento mágico de la infancia en la que te ibas a dormir sin protestar para que no te pillasen despierto, no fuese a ser que te quedases sin juguetes. También hay que tener en cuenta el detalle comestible y de beber para el ser mágico y sus animales, desde pequeños ya aprendemos a ser buenos anfitriones, y vemos al despertar las migas, restos mordisqueados y el vaso vacío.
Por supuesto que no todos los encuentros son como desearíamos y debemos sortear alguna situación de conflicto. Pero si nos quedamos enganchados en eso que puede que implique solo un día de dificultad, no podremos disfrutar del resto.
Cada momento es único, cada instante irrepetible. Disfruta, vive el momento y recuerda siempre que tú eres especial, que hay personas a tu alrededor que te han escogido por quien eres y como les haces sentir. Que en tiempos de confusión es cuando más necesarias son las sonrisas, buscar tu centro, recuperar tus ilusiones y mirar la belleza de cuanto te rodea.
En estas fechas llenas de magia y oración uno mi rezo al tuyo, pidiendo que se disipen las sombras y sientas la fuerza de la divinidad en ti. Siendo consciente que todo es posible en un mundo, donde se muestra continuamente alrededor el milagro de la vida.
Te deseo que en tu Nuevo Año alcances el éxito anhelado.
¡¡¡ Felices Fiestas !!!
Teresa Danae